4.8.09

Comunicación para el proyecto nacional

Un aporte para la discusión, elaborado por un equipo de profesionales y técnicos durante un encuentro realizado en Buenos Aires.

1.- Discusión política.

EL ESCENARIO ACTUAL

A partir de la década de los 90 se profundizó la instauración del neoliberalismo con la privatización de los medios y la reducción de la comunicación social a meras políticas de mercado. Ese dispositivo multimedia, que expresa la voz de unos pocos grupos económicos, es el que vuelve ahora a empujar a la Argentina hacia la restauración conservadora.

El modelo de desarrollo democrático con inclusión social y participación federal de todos sus habitantes no es viable si no cambia el mapa que concentra en un par de empresas porteñas la agenda política, económica y cultural de los argentinos. Esa agenda que intimida, despolitiza y desinforma para incidir en la construcción de un perfil de opinión pública que acepte la vuelta atrás.

La gestión iniciada por Néstor Kirchner en 2003 avanzó en la reparación histórica de la gravísima herencia de impunidad, destrucción del Estado y del sentido de lo público, la pobreza y exclusión que dejó el autoritarismo de mercado en los 90. Luego Cristina Fernández de Kirchner impulsó mecanismos para la redistribución del ingreso y fortaleció el compromiso latinoamericano de la Argentina, despertando una feroz reacción en los grupos de poder.

Desde los primeros días de la gestión de Cristina, la agenda mediática vino instalando en la sociedad la idea de que las carencias en materia de seguridad, calidad institucional, justicia social, redistribución del ingreso y gestión pública se resuelven volviendo al mercado y no profundizando la transformación del Estado. La campaña preelectoral y la lectura sobre los resultados del 28 J avanzan en la construcción de un escenario sin la opción del kirchnerismo y despreciando otros aportes como los provenientes de actores sociales, otros partidos populares o expresiones del pensamiento nacional.

La democratización de los medios y del acceso social a ellos constituye desde 1983 un requisito pendiente de la democracia. Ello se hizo particularmente visible a partir de la reacción conservadora encabezada por las patronales del campo en 2008. Ese año Cristina decidió poner en debate el tema a través de un proyecto de ley que recogió las iniciativas populares de los últimos años.

POLÍTICA Y COMUNICACIÓN
En los tiempos de la telepolítica, cuando la comunicación de las estrategias y de las políticas públicas no tiene manera de llegar a la sociedad y depende de la trama multimedia del mercado, es muy difícil construir el sujeto social que se movilice y defienda los cambios que favorecen sus intereses.

Nuestra convocatoria surge de la necesidad de promover acciones y propuestas que aporten al desarrollo de todas las herramientas para construir desde la comunicación ese sujeto social comprometido con un proceso de transformaciones a favor del interés nacional y popular.

La agenda de este tiempo está en disputa. El ejemplo del golpe en Honduras muestra que la restauración conservadora no habrá de reparar en las formalidades de la democracia. En la Argentina los grupos económicos resignifican el “diálogo” pervirtiendo su esencia al plantearlo, de modo unilateral, sólo desde la consideración de sus intereses sectoriales que disfrazan de nacionales.

En ese marco resaltamos la necesidad de considerar que la acción política es un hecho comunicacional y que no hay comunicación sin política. La propuesta de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual constituye un paso fundamental para la democratización y transformación del mapa de medios de la Argentina, así como para garantizar el efectivo ejercicio del derecho a la información y la libertad de expresión. Corresponde ahora, en consecuencia, su pronto envío al Congreso de la Nación para su tratamiento y aprobación.

COHERENCIA Y PARTICIPACIÓN

Esa bandera es parte de la movilización social que desde el retorno de la democracia ha bregado por instalar el debate de la comunicación y los medios como un elemento inseparable de la reparación de los derechos más esenciales de nuestro pueblo. Hemos sostenido que si unos pocos controlan la información no es posible la democracia.

La construcción de la propuesta de ley de servicios audiovisuales a partir de los 21 Puntos surgidos de la convocatoria y participación de actores sociales, políticos, universitarios, de la cultura y de los medios en la Coalición por una Radiodifusión Democrática también muestra un modelo de acumulación social necesario para disputar la agenda.

2.- Modelo organizativo

RECUPERAR NUESTRA HISTORIA

Somos parte de un amplio colectivo que desde la tarea periodística, la comunicación institucional o popular, la investigación y el análisis sobre la escena mediática, la gestión pública y el compromiso político diario ha venido sumando aportes a la construcción de herramientas organizativas y conceptuales para fortalecer el camino.

Una buena caracterización es necesaria para saber qué somos y adonde vamos. Somos una corriente de compañeros provenientes del campo de la comunicación y de diversos compromisos sociales y políticos a favor de un proyecto nacional, democrático con inclusión social y participación federal.

Pensamos a la política como una herramienta de gestión y transformación, pero no la reducimos a su expresión electoral, porque este es solamente un campo -y muchas veces no el principal- de la disputa por el modelo.

ESPACIO DE ARTICULACIÓN TRANSVERSAL

Proponemos un espacio de articulación transversal de las políticas de comunicación del campo nacional y popular para construir herramientas que promuevan un nuevo relato cultural y político para el proyecto transformador.

No somos una interna que disputa espacios coyunturales sino un colectivo para sumar opciones en las cuestiones de fondo.

PROBLEMAS Y REIVINDICACIONES A RESOLVER

Queremos desarrollar políticas, ideas e insumos técnicos para los espacios partidarios, sociales o gremiales que comparten el camino, queremos hacer gestión para que avancen las propuestas, producir conocimientos para darle eficacia a los cambios, promover medios del campo popular y de los empresarios nacionales a partir de una política pública que además tenga en cuenta la sustentabilidad económica y de gestión de los proyectos.

Queremos aportar al desarrollo y construcción de una política pública de comunicación que articule los espacios del ámbito público y de los sectores populares, recuperando el rol integrador y promotor del Estado.

Queremos transmitir a los compañeros más jóvenes el legado de una historia política hecha en la militancia social y popular, en la resistencia y en la coherencia. Queremos aportar los conocimientos y la experiencia para la capacitación y la formación de nuevos luchadores que disputen el futuro haciendo comunicación desde la política y política desde la comunicación.

NUEVAS HERRAMIENTAS

Una tarea nueva requiere de formas y prácticas nuevas. Primero formas que respondan a objetivos y objetivos que sinteticen las tareas principales. Es central entonces señalar que la comunicación no es un asunto técnico o de eficacia operativa sino una construcción social y política.

La comunicación es el campo central de las grandes batallas, pero no entendida como solo difusión, sino como forma de construcción de identidades en la disputa del poder.

Una razón de la organización es además el sentido de pertenencia a un espacio que contenga ese debate. También la necesidad de otorgarle visibilidad en los ámbitos de construcción de decisiones políticas, sociales o sindicales. La organización debe incluir entonces metodologías de participación y de conducción que reflejen tanto la diversidad como los niveles de síntesis necesarios.

SECTORES Y REIVINDICACIONES

No sólo debe contener compañeros y tareas, debe además incluir sectores y reivindicaciones. Debe recuperar las mejores prácticas de organización y desarrollo de los actores sociales, de los comunicadores nacionales o de los medios populares que aportaron nuevas voces a la democracia. Ámbito político pero también reivindicativo entonces. Que además haga visibles a los medios locales –gráficos, radiales, etc.-, la televisión barrial o comunitaria, la lucha de los empresarios PYMES por el papel o la publicidad, de las radios populares por su licencia y reconocimiento, de los medios públicos comunales o provinciales para ser reconocidos como actores de la comunicación, de las cooperativas del sector, entre otros.

Organización que también pueda dar cuenta de los nuevos debates en el campo de las teorías de la comunicación y del desarrollo y empleo de las nuevas tecnologías como elementos de impacto en el campo social, económico y político. Organización que pueda debatir y opinar. En síntesis, que referencie, que contenga, que exprese e intervenga en la disputa del sentido global.

UN ESPACIO PLURAL Y FEDERAL

Una herramienta posible sería una Asociación Civil de carácter nacional –con personerías provinciales que podrían gestionar los compañeros en sus territorios- capaz de procesar un amplio debate, producir ideas y documentos, pero también de albergar la problemática de los medios del campo nacional y popular para luchar por sus reivindicaciones. El protagonismo de las provincias debe garantizar el contenido federal de le nueva organización.

Esa Asociación debería tener tantas comisiones como tareas. Una estructura que tenga la capacidad de sintetizar los modelos de organización que surgen de las últimas experiencias: la pirámide y la red. La red puede constituirse a partir de las sedes locales que pueda generar la Asociación y también de la réplica de sus comisiones en todo el país. La pirámide deberá invertirse para expresar a todos en la base y convertirse en uno para la realización de cada tarea.


3.- Tareas inmediatas.

A partir de la organización deberá asumirse un conjunto de acciones que permitan ordenar la agenda temática, establecer mecanismos de convocatoria y participación y producir la difusión de las principales conclusiones.

• Difundir las conclusiones del Plenario.

• Producir, en el corto plazo, una publicación electrónica que ponga en circulación una agenda de temas y tareas.

• Implementar o acompañar acciones de promoción del debate de la nueva ley de servicios audiovisuales en el Congreso Nacional.

• Realizar encuentros y actividades en las provincias.

• Iniciar el trabajo de edición de una publicación que integre artículos de los compañeros para contar con un material de debate y difusión.

PROPUESTA DE COMISIONES

• Trabajadores de la comunicación
• Pymes y medios locales
• Medios comunitarios
• Cooperativas y medios de la economía social
• Políticas públicas de comunicación
• Investigación y capacitación
• Comunicación (incluye intercambio de contenidos)
• Planificación estratégica de contenidos
• Juventud, política y comunicación.

COMISION POLÍTICA

Encargada de articular el desarrollo global y coordinar una agenda programática.
Realiza el mapa de recursos humanos y comunicacionales del espacio.
Convoca a tareas a los compañeros que quieran participar de:

-Relaciones Institucionales
-Administración y Recursos
-Organización y federalismo.


Buenos Aires, 27 de Julio de 2009.-

3.8.09

Se vienen

El toro Cleto ingresa a la Rural el año pasado.
por Eduardo Aliverti


La única diferencia con otrora es que no cuentan con el partido militar, que siempre les resolvió sus negocios a costa de golpes y terrorismo de Estado. Por el momento, tampoco cuentan con algún fantoche capaz de asegurarles conducción política firme. Pero están en eso. Los impulsan las virtudes populistas del kirchnerismo. Y los ayudan los errores y horrores del comando presidencial.

Para empezar por lo segundo: una cosa es que haya fallas de interpretación política, que las puede tener cualquiera, y otra, que en lugar de simples o hasta severas deficiencias de ese tipo ocurra, directamente, una enajenación de la realidad. Esto es lo que sucede, por ejemplo, cuando Cristina habla de un país donde el kilo de pan no llega a los 4 pesos. O cuando cita al salario mínimo como el más alto de la historia a valores comparativos, con un contexto de 40 por ciento de trabajadores en negro a los que el discurso oficialista no registra nunca. O cuando su esposo se pretende víctima de la “vieja política”, en alusión al aparato del peronismo bonaerense que él eligió como aliado, sin ejercitar una mínima autocrítica. Cabe preguntarse si no hay nadie en el entorno kirchnerista que prevenga sobre estos papelones insondables; o si esa gente existe, pero lo único válido es el humor con que la pareja se despierta en Olivos. La tentación es adjudicar estos derrapes a problemas comunicacionales, que vaya si los hay, y muy ostensibles. Pero si se afina la lectura, habrá de concluirse en la obviedad de que la comunicación es efecto antes que causa. Los Kirchner, hoy, comunican no lo mejor sino lo peor de lo que son. Aquello que sirvió en la primera etapa de su gestión, para marcar la cancha desde una autoridad ejecutiva muy fuerte y necesarísima, siendo que partieron de poco más del 20 por ciento de votos en una Argentina desolada y desconfiada, se convirtió en el anverso. No, desde ya, porque se trate de presentar una imagen diluida. Todo lo contrario: la debilidad con que emergieron del 28 de junio impone actuar con un perfil audaz de relanzamiento del mando. Y menos que menos es cuestión de ceder a las extorsiones corporativas, porque eso sería sencillamente su fin ya mismo. No pasa por echar a Moreno, ni por ese Consejo de la Magistratura que no le importa a nadie, ni por caer vencidos ante presiones gauchócratas que redundarían en un desfinanciamiento gravísimo de las arcas públicas. Nada de lo que hagan en ese sentido alcanzará. Nada. Acaban de sufrir los primeros botones de muestra. Presentaron el proyecto para limitar los superpoderes del Ejecutivo, que fue casi la nave insignia de la perorata opositora, y ahora les dicen que el problema no es ése sino los decretos de necesidad y urgencia. Aumentaron el subsidio para los tamberos y les avisan que no es suficiente. Porque no quieren leche, quieren soja. Quieren todo el país tapizado de soja y los tambos son un obstáculo. De manera que no, no pasa por ahí. Pasa porque en lugar de fugar hacia adelante lo hacen para atrás. Se encierran en sí mismos. No convocan a los aliados naturales y potenciales, más que para diluirlos junto con la derecha en un escenario de “diálogo” protocolar que sólo se impuso para ganar tiempo. No concretan ni muchas ni algunas de las iniciativas reactivadoras que anunciaron, como el despegue de créditos para la vivienda o el fomento a las pymes. Sólo se sostienen, en términos de política salarial y paz social consecuente, con la efectivización (dato nada menor, claro) de las paritarias. Hay la sensación de que quieren mucho más subsistir que revivir, bien que no a como sea sino conservando rasgos de verba y accionar progresistas que, sin embargo, corren riesgo de dilución.

Buen momento para que sobrevengan unas preguntas retóricas. ¿Es por algo de todo esto y de sus adyacencias que se putea a los Kirchner? ¿Son la arrogancia de Cristina y las desmesuras estilísticas de su marido lo que irrita a campestres, medios, obispos y tilingos de la City, de barrio o de apellido compuesto? ¿Es Morenolandia lo que desata la furia de formadores de precios que los forman como más les place en la inflación real? ¿Así que ahora la derecha se preocupa por la independencia de los jueces? ¿Se estrechan los contactos entre Cobos y De Narváez porque los inquieta la salud republicana? El geométrico crecimiento de la fortuna del matrimonio, el avión y el barco usados por el ex secretario de Transporte, las andanzas con los empresarios amigos de juego y constructoras, ¿son lo que enardece a los opositores de negocios con el Estado, de prensa a su servicio, de traición a la fuerza que los incluyó en una fórmula presidencial? Qué extraordinario. Es tan notable, que hasta algunos de los propios partisanos agromediáticos tuvieron que ponerle paño tibio a lo sucedido la semana pasada en la “asamblea” de productores de la Rural, a pura ropa típica de tonos cuidadosamente opacos mientras sus mujeres recorrían el predio con sus botas tejanas de carpincho y sus sacones de zorro colorado canadiense. Igual que la puta montonera que nos gobierna con su glaciar y sus collares, dirán el cogotudaje y su coro de comadres y compadres de batón mental, pierden de vista que llorar la Biblia con el calefón no se trasunta de la misma manera. Gritaron, allí, en la Rural, en la sede del golpismo, que el campo no da más, que no hay que transar nada, que Martínez de Hoz se merece un monumento y que el agro tiene que conducir la “transición” hasta 2011. Fue tan un show de la patota sojera que, después, el tránsfuga de Buzzi y algún otro intentaron bajar un cambio, porque se percataron la imposibilidad de no coincidir con la descripción de lo ocurrido como el comunicado número uno de la Junta Militar.

Un Gobierno de palabras más encendidas que eficaces, pero con ciertos apliques ejecutivos de centroizquierda, ha desatado esta furia. Sólo con eso. Es el conjunto lo que no aguantan. Dentro de él hay ingredientes a los que ya están resignados, aunque nunca del todo. Las retenciones, el acomodo del dólar a valor de sus fauces, el retiro del Estado hacia un rincón de bobo contemplativo como no sea para proteger su seguridad a tiro limpio, son las aristas principales de una rabia de clase que tampoco digiere a los milicos en cana; los enfrentamientos con la Iglesia; el ¿todavía? intento de regular a los tiburones mediáticos; una política exterior alejada de la órbita del Imperio. Y jamás perdonarán la reestatización del sistema jubilatorio. Jamás.

Más vale que los K empiecen a articular un arco de alianzas amplio. Debería incluir con inteligencia a porciones del radicalismo que, por lo bajo y (más por lo bajo aún), conscientes de su histórica incapacidad para gobernar, andan asustados con lo que se viene si esta derecha, hoy sin más timón que la facción agraria y las corporaciones de prensa, encuentra un horizonte de liderazgo.

(Publicado en "Página 12", el 3 de agosto de 2009)