28.11.22

el dulce de frambuesas


el dulce de frambuesas (poesía)

por gerardo burton

geburt@gmail.com


el sur es un desierto que llora mientras canta

luis cernuda, “quisiera estar solo en el sur”



¿qué música suena

cuando dos cuerpos se tocan, cuando

inician la danza del antiguo

amor, de ese

goce protector

espantador

de la muerte, viejo

conocido que apaga la tristeza

y hace

el dolor huir?


**


en desuso 

las manos, la luz

polvorienta

en el viento


en fuga

el río menguado, sin pájaros


nubes peregrinas

piedras, arenas

inútiles cuarzos


también

en desuso


**


la luz no llega

a tiempo


es un rastro

de la vieja estrella

un

agujero negro

hacia donde

nace todo



**



canta el pájaro su desconcierto

espera

el viento de cada día, el aire

seco y la arena

el polen en suspensión

el olor

de los frutales sin madurar


sabe que nada dura

salvo el amor, tan efímero

y quizá por eso

perdurable


**


volver al agua

ese abrigo

primero, esa dulzura

sobre la carne

harta de orfandades


volver al agua

al beso

manso y terrible

de un abismo

amable, y sin fin


**


el deseo es, la carne

sin duda

también

esos vapores

que en verano vuelven

a la memoria

donde

los músculos

los tendones

bailan esa danza

sin fin



**



esos muslos encendidos

de colores en la siesta


**


1


ya es el tiempo, el

mediodía caluroso

y la brisa


duermen las hormigas 

dentro de cada durazno caído


borrachas de dulzor

huyen, torpes, ante

la mínima amenaza



2


los duraznos, los pocos que quedan

al regreso

abrigan las palabras breves este desayuno

la piel apenas

dulce, la pulpa que perfuma


el sol irrumpe sin piedad, paralelo

a las hojas caídas por el calor

al polvo que las cosas cargan


ella mira con tristeza

la ventana, la calle vecina

y no hay nada que recuerde

la noche, los gritos en la madrugada

sus gemidos, ese dolor

ese pequeño placer


**

no habrá ya canciones ni

poemas de macho

que atrae a la hembra


estarán congeladas las galaxias

y todas las estrellas

con su luz fría en la noche de invierno


no, la hembra habrá olvidado

su oficio

y el macho también: habrá

renunciado y

sin posesión ni 

conquista 

ni seducción

la carne apenas sobrevivirá

al recuerdo

de cierto ardor


**


poco hay en estos cuerpos

del glorioso pasado


vacila la carne, y más su 

envoltorio ajado, los ojos

nunca tuvieron menos luz propia

la voz se quiebra

por el terror del fin

que, sin embargo

es la salvación única

**


1


esa ondulación

de la tela gris

en la calle

esta mañana de lluvia


apenas

la insinuación de la carne

dulce

hospitalaria

apenas

la certeza de saciar

sed, hambre


abismo


2


esa blandura cómplice

esa

hendidura que acaricia

en fin

ese cuerpo, esa carne

del abrigo, del consuelo


el único puente

que en la otra orilla

deja reposar

al náufrago


**

la lluvia

con banderas, con tambores

esa lluvia

de la infancia

de las alcantarillas voraces

no está más


y hasta el verano

quedó huérfano

del agua madre

que cae

cae

cae

cae


**


en la madrugada tropieza con obstáculos

que hay en otra casa

lejana, y no puede ahora

gritar, llamar

a su madre


habrá pasado tanto tiempo

porque esta noche

el animal está cansado, el espíritu

a punto de agotarse


no quiere que ella despierte

no sabría qué hacer

no podría, apenas recordaría qué


sólo aguarda la luz blanca

quieta, casi sólida

del alba, apenas interrumpida

por el vuelo y acaso el canto

de algún zorzal


**


en las mismas calles

de hace años, cuarenta

o más

los altos plátanos, el perfume

de tilos y rosas desde entonces llega


son las mismas calles y los mismos caminantes

y no lo son


un recuerdo

una memoria liviana de todo aquello, de eso

que entonces fue épico

y ahora

de ese sabor heroico

queda una sonrisa, un gesto

la dulce

permanencia sin olvido



**


cuánto duele la carne vencida


**


en la habana

poco quedó

de nosotros

sólo

un beso

y el dulzor de la guayaba

en la siesta


**


sola en su dolor anda

y quizás huele la ropa

mira fotos ajadas

discurre entre objetos inútiles


¿era éste el destino?

¿era? ¿es esto lo que permanece?


aire en movimiento, restos

de aguas, de amores

de hábitos y costumbres

que no calman

el vacío


**


ella teje

como 

en los años de luz naranja por las tardes

y las hojas apenas

sostenidas, como cuando

los hijos balbuceaban

o, a lo más, cantaban

en idiomas primitivos, y jugaban


ella teje

de nuevo en colores lilas

y cocina

bizcochuelos de chocolate, algarroba

mientras el vapor

del primer mate, o del té

se desvanecen en el aire

como esa ternura débil, como

la pasión que perdura

o el deseo

que nunca cede


**


la mano

que cuida la otra mano

que acaricia

el tiempo en esa mano

que ama

el humo, la luz y el viento

que esa mano ha tocado

y que

fue tocada esa mano por la otra

sin saberlo

sin pedirlo

y sin embargo siempre

supo

que estaba ahí


**

el dulce de frambuesas



tres frascos había

en la casa

los vi

ahí estaban

y yo, nada


¿cuándo? ¿el verano

próximo tal vez?


no sé, espero

entre árboles floridos

y jazmines

duros, densos en el aire caliente

los pasos lentos

del tiempo, esa sensación

de vacío

que nunca se va


ni con el dulce

recién hecho


**


el malvón rojo apenas se mueve

en el aire de la tarde

algunas hojas saben del otoño: la

higuera, por ejemplo, o el

limonero


no hay aún la fragancia de las manzanas maduras

pero por las dudas

los viejos amantes se abrazan

caminan al sol que cae

sostienen

ese cuerpo común que alegrías les ha dado


**


1


ella va a hornear

el pan

que en una nube de harina

estuvo amasando


el horno entibia la mañana gris

pero a ella le importa poco


mira un rato

la calle vacía

habla con la gata

que maúlla discreta


el pan recién hecho

aroma la casa

donde ya no viven los hijos


ella seca sus manos y suspira

sin aguardar nada


para eso, se dice sin pensarlo

están las manos y la gata de ojos amarillos

el calor tibio del horno

el pan

recién cocinado, la harina

sostenida en la luz


2


algo del barro

en esas manos, algo

del eterno girar del tiempo

y la luz

algo que por la ventana

observa

una columna de humo

el vino morado en los labios

el lento crepitar de la masa

que amarillea en la cocina


ella es así, su mundo

de silencios, casi sin palabras

sólo no calla

lo que canta


**


es una soledad

anterior

a todo

no se ve


es una soledad

en el sueño

en la vigilia

en ese 

duermevela

previo

al amanecer


**


descolgué el columpio

que se estuvo balanceando

vacío en estos días, en la brisa de la mañana

en el fiero viento

del atardecer


parece más desnudo ahora el olivo

parezco yo más solo

a kilómetros

de las risas, de los ojos

y de los sueños

de esas niñas tan queridas


**


ni es recuerdo

el dolor del ala

ni es apenas

la brisa de la tarde


hay trenes

y un silencio entre los troncos jóvenes

del guayabo

y el limonero


**


pequeña lluvia

sobre ramas, piedras, senderos

pequeña palabra

que acaricia, pequeña

agua que corre

que no más

de una vez moja

almas, puentes, labios

metales que brillan


**


se esconde ella

en el aire

detrás quizá


lo único 

que el viento

no mueve

es su sombra


a macky corbalán


**


negro ciprés

cielo

negro

ciprés

mar

negro

ciprés


**


las estrellas titilan

debajo


¿o no hay

arriba tampoco

y todo es

un mirar desde dónde

o hacia dónde?


**

son los ojos

pese al viento


en la siesta


son los ojos


**


en sus rodillas terminan

mis labios


en su oscuro vientre

comienza

la luz sin final


en su andar

el viento 

no halla refugio


**


la distancia mayor

es

la del beso

de quienes se aman


**


el tiempo detenido del insomnio

en esa sombra sin bordes

ni final, ni principio


llueve sobre el

barro dormido


**


uñas

dientes

huesos

quedan

de la

ternura

del principio


**


creía que

en la edad

alta

el sexo

sería el gozo


y no

ese fuego negro

que muerde los pies

en la mañana


**


cuál habrá sido

mi plato de lentejas

el guiso rojo

de la derrota, de la

usurpación

y la renuncia


ganó la sed de

una frontera

y andar

el camino

nuevo


estar afuera


**


al fin del día: escaleras

oscuras, manos que no

tocan

un lejano rumor de trenes

que parece

himno, letanía


es poco

los ojos no confían

en lo que ven

los labios no aman

la boca besada, y la lengua

miente

ya se sabe, entre el paladar

y la nada


**


en la munich de la costanera

al lado del río


sin hablar

sin saber si

era el regreso

o sólo olvido


**


no había más que esperar

estos tiempos

era

apenas callar un rato

mientras

la carne desvanecía de vejez


y el deseo

ya no volvía

del pozo horrible


un error entre

vapores de café

y la humedad del río próximo


en el plata

o el limay

todo es igual: sauces y morir


**


tangos


1


cómo decirle

ya basta

cómo

a esta mujer

tan amada, tan

en veloces nubes

en

oscilantes embarcaciones

sobre el mar gris


cómo hacer que sepa

de este final

cómo

desatar los nudos de la vieja

pasión

cómo haber olvidado

que las siestas

son ahora heladas

vigilias

en playas extensas

adonde las aves vuelven

desde la bruma

de ella



2


lo dijo

sin vuelta atrás


el viraje fracasó

y ahora qué

queda sino

sufrir


mientras la luz cae, gris de

cenizas en la boca



3


es tu paso

el que regresa

ya no vos, ni tu tapado

marrón

ni la más mía

ni la lejana


maría

dijiste

adiós



4


no puedo

con la luna

en tu ventana

no quiero

que duerma

sólo espero

que llores

como esta lluvia

como la luna

esta noche


**


1


el amor, a veces


huye nomás


2


después del deseo

todavía

en la otra orilla

mora el amor


**

gatos, insectos & otras gentes



1


había una gata en el sueño

una gata

de ojos amarillos

y vos




2


dos gatos andan al sol

en la pared medianera

un perro

come de la mano

de una muchacha


hay sol, dicen

y el aire vuelve

a los pulmones

tras el mal sueño



3


unas migas

para la gata

un poco

de queso, de agua

y las moscas

o las mariposas o las polillas


ella acecha

el sol del mediodía

y vuelve

en la tarde

para esconder sus ojos dorados



4


el gato barcino juega 

bajo la camioneta detenida


husmea la calle, las piedras

que ilumina el sol


no está convencido de su movimiento


acaso el mundo ya terminó para él

y está en una zona sin dios


es difícil su existencia

los gorriones 

no se dejan atrapar, y los 

perros

lo acosan


sabe que es una presa

y poco le quedará

si lo atrapa la jauría


pero se empecina: es

idiota en la reiteración

de sus gestos

lento en su danza, lento

en su andar

maúlla en una queja


es apenas un remedo, una

copia infiel del original

que poco recuerda

al tigre que fue



5


los gatos

ya no buscan más

los vuelos

de polillas

mariposas, moscas

sino

ese redondel imperfecto

esa

espiral amarilla

que nace del aromo

en los patios

en las calles


alguien dice

que una muchacha

mira

desde el limpio

perfume del aire

dice

que el cielo

tiene ese color

por el amor

que apenas llega



6


el sauce

verde sobre el agua

y verde

antes de tiempo

sus hojas rumorosas

esa cabellera difusa

en la luz

entre

mariposas blancas

y la gata

quieta

en espera

antes

de la sombra

total 

No hay comentarios.: